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La Red Europea de Ciudades Saludables de la OMS exige bienestar social, económico, humano y planetario

La plataforma acaba de celebrar su conferencia anual en la que los participantes han establecido 12 compromisos. Uno de ellos aboga por reconocer las contribuciones de las personas mayores a las comunidades y ciudades

Redacción EM 24-11-2023

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La conferencia, que celebra el 35 aniversario de la fundación de la Red, tuvo lugar en Utrecht.

La Red Europea de Ciudades Saludables de la OMS acaba de celebrar su Conferencia Anual Técnica y de Trabajo, que tuvo lugar del 21 al 23 de noviembre en la ciudad de Utrecht (Países Bajos), bajo el lema ‘Salud y Bienestar para Todos: Celebración de los 35 años del Movimiento Ciudades Saludables’. La conferencia de 2023 concluyó con las ciudades participantes comprometiéndose a 12 puntos de acción concretos para una mayor sostenibilidad, salud y bienestar para todos los residentes.  

Y es que en respuesta al estado de permacrisis en el mundo, exacerbado por eventos globales como la pandemia de la Covid-19, los conflictos y el cambio climático, las ciudades urgen un cambio de paradigma hacia un enfoque de economía del bienestar

Las economías del bienestar priorizan el bienestar social y la sostenibilidad ambiental sobre el crecimiento económico tradicional, alineándolos con movimientos existentes como las economías circulares, la creación de riqueza comunitaria y la sostenibilidad social. Van mucho más allá de medir el producto interno bruto (PIB), y colocan a las personas y las comunidades en el centro de las políticas y la toma de decisiones.  

“Las ciudades tienen un papel fundamental en la promoción de la salud y el bienestar de sus residentes. Son portadores de la antorcha de soluciones e iniciativas locales innovadoras, y estas recomendaciones políticas reflejan el compromiso y la determinación de las ciudades de acercarse a una economía del bienestar”, afirmó Robb Butler, director de la División de Enfermedades Transmisibles, Medio Ambiente y Medio Ambiente de la OMS/Europa. “El trabajo conjunto de las ciudades será fundamental para abordar desafíos conjuntos y aprovechar oportunidades para la salud urbana. La movilidad, la calidad del aire y el acceso a espacios verdes y recreativos son algunos de los pilares fundamentales para el bienestar que deben diseñarse con, por y para los residentes, sin importar su edad o nivel socioeconómico”, añadió Butler. 

Por su parte, Kira Fortune, asesora regional de la OMS para Ciudades Saludables, Promoción de la Salud y Bienestar, señaló: “Al conmemorar los 35 años de la Red Europea de Ciudades Saludables de la OMS, estamos convocando ciudades emblemáticas y redes nacionales, dando prioridad a la salud en el ámbito social, agendas económicas y políticas de los gobiernos locales”. Fortune señala que "las recomendaciones políticas adoptadas hoy se basarán en éxitos y mejores prácticas anteriores, acercando a las ciudades un paso más hacia el logro de cero emisiones netas, la generación de empleo juvenil sostenible y la construcción de sociedades inclusivas y cohesionadas”.  

HOJA DE RUTA: 12 PUNTOS DE ACCIÓN PARA SOCIEDADES PRÓSPERAS
Integrar el bienestar en toda la Región es un paso esencial para alinear los mandatos políticos para fortalecer la cooperación y la coordinación entre ciudades, sectores y partes interesadas para la acción a nivel local.  

Las ciudades de toda la Región han demostrado la innovación y el liderazgo necesarios para construir las comunidades sostenibles e inclusivas del futuro. Por ejemplo, Brno, República Checa, está a la vanguardia con su presupuesto participativo, que permite a los residentes votar y cocrear proyectos alineados con sus valores. En Reykjavik, Islandia, el Pacto Verde orienta la visión de la ciudad hasta 2030, colocando a las personas y su bienestar en el centro de los procesos de toma de decisiones y la implementación de políticas. 

Teniendo experiencias de éxito como telón de fondo, la conferencia acordó esa docena de recomendaciones, que fueron elaboradas por 55 ciudades y 19 redes nacionales de la Región. Al adoptarlos, los alcaldes y los altos representantes políticos se comprometen a defender una economía de bienestar para sus ciudades y sus residentes en cuatro áreas clave: planetaria, humana, económica y social. 

Estas constituyen una hoja de ruta clara para que las ciudades den el ejemplo, respaldada por la Red Europea de Ciudades Saludables de la OMS y la Oficina Europea de Inversiones para la Salud y el Desarrollo de la OMS (Venecia, Italia), independientemente de qué gobierno o partido político esté en fuerza.  

Estos 12 puntos parten de cuatro enfoques: bienestar planetario, humano, económico y social. 

En el primero, en el bienestar planetario se plantean tres objetivos: proteger y mejorar el medio ambiente a través de una mejor calidad del aire, mayores espacios verdes e iniciativas que reduzcan la contaminación y protejan la biodiversidad; integrar el bienestar en la planificación urbana con indicadores claros, asegurando que las decisiones sobre infraestructuras, vivienda, gestión de espacios naturales, regeneración y transporte den prioridad al bienestar humano y planetario; y promover comunidades sostenibles a través de enfoques como una economía circular y nuevas formas de promover fuentes de energía renovables y mejorar la eficiencia energética al tiempo que se promueven mecanismos de financiación novedosos para beneficiar el medio ambiente y la salud de los residentes. 

En cuanto al bienestar humano, los retos son tres: dar prioridad a los servicios de atención de salud como impulsores de mejores resultados sanitarios y económicos, y comprometerse a invertir en iniciativas que promuevan la atención de salud preventiva, la salud mental y el acceso equitativo a servicios de atención de salud no discriminatorios y de alta calidad para todos.; empoderar a los ciudadanos a través del aprendizaje y el desarrollo, invirtiendo en el desarrollo de la primera infancia y apoyando oportunidades de aprendizaje permanente, que son parte integral del bienestar humano; y abogar por la salud, la seguridad y la inclusión en factores esenciales como la vivienda, la alimentación, la migración y la seguridad, reconociendo al mismo tiempo las contribuciones de las personas mayores a las comunidades y ciudades.  

Sobre el bienestar económico, son cuatro las prioridades planteadas: promover un crecimiento económico inclusivo y sostenible, guiado por un liderazgo urbano proactivo y una dedicación al bienestar de la fuerza laboral –un componente clave de una economía del bienestar– a través de políticas orientadas a la salud pública, como salarios dignos, trabajo justo y decente, seguridad lugares de trabajo y protección social para permitir que las personas prosperen; fomentar la toma de decisiones participativa y prácticas inclusivas e incorporar una participación juvenil significativa; reconocer la responsabilidad de los actores públicos y privados en las prácticas que promueven y facilitan la salud, involucrando a la sociedad civil, implementando políticas de conflicto de intereses y fomentando un diálogo transparente con las partes interesadas de la industria; e impulsar la inversión en las ciudades a través de impuestos justos y una mayor inversión en los centros urbanos, vinculados a una gobernanza transparente y responsable para garantizar una asignación óptima y equitativa de los recursos. 

Finalmente, en el área de bienestar social, dos son los desafíos: habilitar a las personas a través de la participación pública, la confianza y el voluntariado, buscando y fomentando voces y perspectivas diversas en los procesos de toma de decisiones y garantizando que la acción esté impulsada por la comunidad; y aceptar la diversidad y la inclusión y abordar las desigualdades sociales y de salud garantizando que todos los residentes, independientemente de su edad, género, etnia o lugar de origen, tengan acceso a atención médica, educación, servicios sociales y oportunidades de vida de alta calidad, y priorizando la comunidad. iniciativas y programas de seguridad destinados a reducir la violencia y crear entornos de vida seguros. 

UNA PLATAFORMA CRUCIAL
La Red se lanzó en 1988 como una iniciativa y un movimiento político, transversal e intersectorial que colabora directamente con ciudades de toda la Región Europea de la OMS. Es una plataforma crucial para generar cambios y lograr una mejor salud, bienestar y desarrollo equitativo y sostenible en ciudades de toda la Región y a nivel mundial. 

La Red tiene como objetivo capitalizar el importante papel de las ciudades en la configuración de lugares prósperos, inclusivos y respetuosos con el medio ambiente, y acelerar la adopción e implementación de enfoques de economía del bienestar que sean eficaces para brindar mejor salud y equidad sanitaria a nivel de ciudad. Con este fin, ha iniciado proyectos piloto de bienestar en las ciudades de Brno (Chequia), Belfast (Reino Unido), Cork (Irlanda), Derry (Reino Unido), Palaio Faliro (Grecia), Reykjavik (Islandia), Tbilisi. (Georgia), Udine (Italia) y Utrecht (Países Bajos).


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